MIV: UN VIAJE INMERSIVO POR CINCO DÉCADAS DE MÚSICA ICÓNICA
El MIV es una celebración del arte y la música que se queda contigo mucho después de salir. Es arte vivo, es música que puedes tocar.
Bienvenido al Museo Interactivo del Vinilo (MIV), un espacio donde la música, el arte y la tecnología se fusionan para crear una experiencia inolvidable. A través de cinco salas inmersivas, cada una dedicada a una década clave de la historia musical, el MIV invita a sus visitantes a explorar algunas de las portadas de discos más emblemáticas jamás creadas.
Cada sala es una experiencia inmersiva única basada en la portada de un álbum icónico, donde los visitantes pueden ver, escuchar, oler y sentir la atmósfera creada por el disco.
El MIV no solo es un museo; es una experiencia multisensorial que involucra los cinco sentidos.
Este es un proyecto académico enmarcado en la asignatura de Planificación y Realización de Proyectos Interactivos de la Universidad de Málaga. Agradezco a los compañeros que participaron conmigo en otras áreas de MIV: a Jesús Cambil Calderón, a Juan Miguel Bedoya Hurtado y al resto del equipo.
Imagen del cuadro: Portada del álbum musical The Abbey Road, de The Beatles.
SUMÉRGETE EN MIV
Diseño gráfico, tecnología y música
Como diseñador gráfico principal, mi rol en este proyecto fue desarrollar la identidad visual del Museo Interactivo del Vinilo (MIV). Desde el logotipo hasta la señalética, cada elemento gráfico fue diseñado para reflejar los valores del museo: interactividad, creatividad y nostalgia musical.
Diseñar el Museo Interactivo del Vinilo (MIV) fue como poner un disco en un tocadiscos: todo tenía que fluir, desde la primera nota hasta el final. Aquí te muestro cómo transformé conceptos musicales en recursos visuales que guían, atraen y emocionan a los visitantes de este espacio inmersivo. Cada línea, cada curva y cada color cuentan una historia de cinco décadas de música.
Diseñar el Museo Interactivo del Vinilo (MIV) fue como poner un disco en un tocadiscos: todo tenía que fluir, desde la primera nota hasta el final. Aquí te muestro cómo transformé conceptos musicales en recursos visuales que guían, atraen y emocionan a los visitantes de este espacio inmersivo. Cada línea, cada curva y cada color cuentan una historia de cinco décadas de música.
LA CARA QUE CUENTA LA HISTORIA
Si un vinilo pudiera hablar, te contaría esto: un viaje visual que empieza en un círculo y termina en tu corazón.
El logotipo del MIV tenía que hablar por sí solo: un vinilo en espiral que te lleva en un viaje al pasado, con formas curvas que invitan a la experiencia y un diseño minimalista pero potente. El semicírculo no solo representa un vinilo, sino también la entrada al museo, conectando lo inmersivo con lo arquitectónico. Los 5 fragmentos que dividen el símbolo representan las cinco décadas musicales en las que se basa la exposición. Y sí, también le dimos un guiño a la caracola: porque escuchar música también es sentir.
Concepto clave
Espiral = tiempo, música y nostalgia.
Colores
Púrpura (creatividad y experiencia inmersiva) y blanco azulado (apertura e inmensidad).
Púrpura (creatividad y experiencia inmersiva) y blanco azulado (apertura e inmensidad).
UNA PALETA QUE TE HACE VIBRAR
Púrpura como la creatividad, blanco como la inmensidad. Esto no es solo un museo, es un estado de ánimo
¿Qué color tiene la música? Para el MIV, es púrpura. Este tono transmite creatividad, pasión y una conexión emocional que va más allá de las palabras. Para equilibrarlo, añadimos blanco azulado, creando un contraste que refleja la inmensidad de las experiencias inmersivas. El resultado: una explosión visual que resuena con cada visitante.
POR AQUÍ, POR ALLÁ
Porque perderse está sobrevalorado. Aquí el diseño te lleva, pero con flow.
Diseñar la señalética del MIV fue como componer una canción: tenía que ser clara, funcional y con flow. Cada señal combina curvas amigables, tipografías legibles y elementos visuales que capturan la esencia del museo. Desde la tipografía 'All Round Gothic' hasta los fondos púrpura que te envuelven, todo está pensado para que no te pierdas… y te sigas maravillando.
MERCHANDISING Y APLICACIONES QUE MARCAN LA DIFERENCIA
¿Un ticket para entrar? No, es un pedazo de arte que te llevas de recuerdo.
El diseño no termina en las paredes. También extendimos la experiencia visual del MIV a entradas, tarjetas y material promocional, todo siguiendo la línea gráfica del museo. Porque cada detalle, hasta el merchandising, debía reflejar la misma pasión y nostalgia que las portadas de vinilos que representan las salas.
Estas son representaciones gráficas artísticas de los álbumes musicales de la exposición, generadas mediante inteligencia artificial. A la izquierda, Abbey Road, de The Beatles; a la derecha, The Dark Side of the Moon, de Pink Floyd. Se representan con la inmersión bajo el agua para conectar con el concepto de la caracola de la identidad visual, refiriéndose a la experiencia inmersiva del espectador.
DONDE EL DISEÑO Y LA MÚSICA SE ABRAZAN
Es puro ritmo visual. Porque cada curva y color tienen su propio beat.
Diseñar el universo visual del MIV fue un viaje en sí mismo. Desde los primeros bocetos hasta los detalles finales, cada recurso fue pensado para conectar a los visitantes con la música y la experiencia inmersiva. Este proyecto no solo es diseño, es pura música hecha imagen. Como en un buen vinilo con su tocadiscos, todo encaja.
¿Te imaginas tu proyecto así de pegadizo?
Esto es lo que pasa cuando se combina pasión y creatividad.
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